Ver una planta decaer es frustrante, pero no siempre significa que esté perdida. Muchas veces, una intervención a tiempo puede salvarla. En este artículo te enseño cómo identificar el problema, qué hacer y cómo ayudar a tu planta a recuperarse.
Señales de una planta en problemas
- Hojas caídas o amarillas
- Bordes marrones o secos
- Hojas con manchas o puntos
- Mal olor en la tierra
- Detención del crecimiento
Paso 1: Observa detenidamente
Antes de actuar, responde:
- ¿Ha cambiado de lugar recientemente?
- ¿La has regado más o menos de lo habitual?
- ¿Tiene signos de plagas?
- ¿Está en un lugar con mucha o poca luz?
Paso 2: Revisa la tierra
- Si está muy seca: puede ser deshidratación
- Si está empapada y con mal olor: exceso de riego o raíces podridas
Solución:
- Tierra seca: riega con moderación y de a poco
- Tierra empapada: cambia el sustrato por uno seco, revisa las raíces y poda las dañadas
Paso 3: Examina las raíces
Saca la planta de la maceta. Si las raíces están negras, blandas o con mal olor, hay pudrición.
Corta las partes dañadas con tijeras limpias y replanta en tierra nueva.
Paso 4: Ajusta la luz
- Planta de sol en sombra = hojas amarillas
- Planta de sombra al sol directo = hojas quemadas
Ubica la planta según sus necesidades reales de luz.
Paso 5: Reduce el estrés
Evita moverla o manipularla demasiado durante la recuperación.
No abones mientras esté débil, espera a que se recupere.
Una segunda oportunidad
Las plantas son más resistentes de lo que parecen. Con paciencia, observación y los cuidados adecuados, muchas pueden volver a crecer sanas y fuertes. A veces, solo necesitan que las escuches… y las riegues con amor. 🌱❤️